¿Os acordáis de Roma? No recuerdo la
final de la Copa de Europa, pero recuerdo que el patrocinador era el
Banco di Roma. Larry Wright se llamaba. El base americano, los
italianos tenían bases americanos porque sus pivots nacionales eran
duros, muy duros: Meneghin y la dupla de Pesaro: Magnifico y Ario
Costa.
Nosotros languidecíamos con Romay y
Aldama en Barcelona 92. Yo vi jugar a Santi Aldama y Fontent es
Patrick Ewing comparado con él. Santi Aldama es un mito, flaco,
flaquísimo...el CAI con su cantera: Dani Álvarez, Hernández,
Murcia...y más tarde los hermanos Angulo, Rogelio Legasa. Dani
Álvarez estudiaba para Ingeniero. Un buen quinteto: Álvarez,
Angulo, Hernández, Murcia y Aldama.
Me voy del tema. Porque he empezado
hablando de Roma. De la Roma campeona de Europa, de la Roma donde
jugó George Gervin, el puto hombre de hielo...jugó con mil años y
luego jugó con mil y un años en Manresa.
Os acordáis de la Roma de los noventa,
cuando Il Messagero di Roma. De eso no os habréis olvidado, ¿verdad?
Había pasta, mucha pasta. Un año Danny Ferry, prometía, prometía
mucho, pero era un niño mimado, su padre era jerifalte en el draft
maldito de Sean Elliot, Pervis Ellison (dios, qué cruz, peor que
Danny Manning) o Glen Rice. Ferry la lió, no quería jugar con los
Clippers perdedores, con los Clippers del infierno. En ese Draft
estaban Tim Hardaway (Don Nelson demostraba que al ataque se jugaba
con tres bases...y Manute Bol cerrando la zona), estaba Dana Barros y
Shawn Kemp (el animal Bannister del futuro, del instituto a la NBA,
un comeniños) con los Sonics, BJ Amstrong en el trabajo sucio de los
Bullos...y los Lakers, muy serios, dijero que Vlado Divac iba a
sustituir a Karem...y lo hizo. En el Draft del 89 estaban Dyron Nix
(que jugó en Málaga), Jeff Martin, que jugó en el CBZ del gordo
Turner, estaba uno de los grandes, Dino Radja...acababa de ganar con
la Jugoplastika su primera Copa de Europa. Manos grandes, Dino
Radja...el reverso serio de Toni Kukoc. Talento.
Me he ido, Danny Ferry, niñato,
niñato. Il Messagero las pone sobre la mesa y ficha a Ferry y al
base de los Celtics Brian Shaw. Americanos de verdad, nada de
saldos... en el CAI viniero Alexander Belostenny, más cerca de
Tachenko que de Sabonis (y lo sabéis). Davis, era bueno, lo habíamos
visto jugar en los Bucks...y luego llegó Pat Cummings, tenía un
cromo de Pat Cummings jugando en los Clippers. Shaw y Ferry. Eran
millones y millones de liras, la lira no valía nada, la lira era una
broma, eran acciones de internet, eran mortadelos, eran fotocopias de
liras y liras.
Al año siguiente, Dino, el gran Dino
Radja y el mito, Michael Cooper, el suplente de Magic en los Lakers
del Showtime Michael Cooper fibroso, con sus muñequeras, no
olvidaréis nunca las muñequeras de Michael Cooper, eso eran
muñequeras, como las de Robert Parish, muñequeras americanas, de
verdad. Era serio el dinero del Mensajero de Roma. Y el último año
del Mensajero llegó Mahorn, el bad boy maldito, el tipo que no fue
protegido en el draft de expansión. ¿ A quién queréis, a Edwars o
Mahorn? A Edwards, a Edwards...nuevo barrabás de bigotes mexicanos.
Amo a la Virtus de Roma porque nos
hacía soñar, porque traía a jóvenes ricos sacados de libros de
Brett Easton Ellis y a glorias pasadas, pasadísimas. Eran los
noventa y todavía vivíamos en los ochenta. Amo a la Virtus de Roma
y a las muñequeras de Michael Cooper.
Amo las muñequeras de Michael Cooper y sus calcetines largos, larguísimos. Las medias blancas de Tillmon, que jugó en León, muy subidos, hasta la rodilla. Amo la camiseta blanca interior de Norris y la camiseta blanca interior de Waiters y las muñequeras de MacDoo en los Buffalo Braves y sus patillas y las muñequeras de Orlando Wooldrige y el doble cero y el doble cero de Robert Parish y las muñequeras de Robert Parish.
Amo la espalda de Larry Bird, destrozada, machacada. Amo a Gene Hackman diciendo: esto es Indiana. Amo a Clarence Kea con dos metros justos jugando en Orense y antes en la Roma.
Y los mil rebotes de Clarence Kea, los amo también.
La Virtus juega el próximo miércoles
contra el CAI en el Felipe. Venid, amor, amor, amor. Y Roberto
Premier.
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